Carta a los lectores sobre 'Cabárceno'
Carta
a los lectores sobre «Cabárceno»
Llevo
tiempo convencido de que todos los escritores tenemos una bolsita de ideas
reservada desde el momento de nuestra concepción. De vez en cuando, ciertas
experiencias parecen hurgar entre sus pliegues hasta que algo hace clic
y la elegida arremete con fuerza contra nuestra consciencia. Así es como surgió
la necesidad de escribir Cabárceno, allá por el ecuador del verano de
2021 cuando aún soportaba el sofocante calor de Madrid. Con un ojo puesto en el
pasado y otro en el futuro, ambos enfocaron mi querida Cantabria y la idea
cobró vida.
Mi
intención era escribir una novela de supervivencia siguiendo un único rumbo: quería
centrarme en recorrer la psicología de personas corrientes que se enfrentan a
una situación desesperada. Le comuniqué al timonel de mis neuronas una guía verbal
para mantener el norte y demoramos la partida un par de meses mientras volvía a
mudarme a casa. Mi timonel, al que llamaremos Mr. Nodescanses —es fácil
imaginarse el por qué—, se puso manos a la obra con los preparativos y cuando
quise comenzar la redacción de la obra ya contaba con un hermoso prólogo en
formato episcopal y unos apuntes garabateados que definían a una veintena de
personajes y ciertos datos científicos.
He
aquí un inciso: él ya había hecho su trabajo y, como veis, es un tipo de fiar. Me tocaba a mí mezclar los ingredientes mientras trataba de no encallar en los primeros compases del viaje.
Para
ello partí de una noticia del día siguiente, el 15 de abril de 2022, Viernes Santo.
Si vas a hacer el mal, hazlo bien: Jueves Santo es uno de los días más
concurridos en el histórico del Parque, así que el lector sabrá ya desde el
primer momento que algo ha ocurrido, que los animales se han escapado y que hay
muchos muertos… Con todo el follón político que implica.
La
novela en sí comienza retrocediendo al Día D, un momento de felicidad casi
bíblica en el cual los protagonistas van llegando al parque: una familia con
dos hijos pequeños, un grupo de estudiantes de secundaria, un destacamento de
un colectivo animalista, un estudiante de ingeniería, el propio personal del parque… Elenco al que sumaremos políticos y personalidades extravagantes.
No voy a destripar. Todos ellos tienen voz y ambiciones: son gente como
tú y como yo, corriente. Es fácil empatizar.
A
partir de aquí la narración revela lo que realmente es: un thriller
terrorífico, ni demasiado duro, ni blanco y puro. Juntos viviremos aventuras,
momentos desagradables, emotivos reencuentros… En fin, puntos de inflexión
donde el juego de máscaras que la rutina nos obliga a llevar quedará a un lado
y definirá a cada cual por lo que es. Existen tantas reacciones como seres
humanos, y eso es mucho más definitorio que cualquier moda que azota las redes
sociales. La vida no deja de ser una parodia de la idea de perfección.
Espero
que os guste este libro. Es una obra moderadamente breve, pero imbuida con gran
fuerza narrativa. Muchas gracias por dedicarme vuestro tiempo.
Un
saludo,
Héctor
Peña Manterola.
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