Magdalena - Créditos del Capítulo II
Una semana más vamos a indagar en los créditos del segundo capítulo de Magdalena.
Antes de nada, y para aquellos lectores que anden algo perdidos, vamos a realizar la recopilación de capítulos y créditos de la obra.
LISTADO DE CAPITULOS
CRÉDITOS DEL CAPÍTULO
Créditos del Prólogo y Capítulo I
CRÉDITOS DEL CAPÍTULO II
Parece que la cosa se ha puesto realmente interesante. La narrativa ha cambiado de Taylor a Magdalena para avanzar en la historia, dejando interrogantes sin resolver pero aumentando el misterio respecto a lo ocurrido en el prólogo.
La primera pregunta que nos viene a la cabeza tras leer el nombre del capítulo es: ¿Quién es Doble-W?
Al principio parece un héroe, al final un villano. Se trata de un nuevo personaje que se une al elenco presentado a lo largo del primer capítulo y del cual poco a poco iremos sabiendo más.
Relacionado con Doble-W, surge otro interrogante en relación a las criaturas de los túneles. Comienza a quedar claro que la novela no es un cuento de hadas cuando los monstruos realizan asesinatos sangrientos frente a los personajes. ¿Qué son, y qué relación tienen con Magdalena? De haber alguna, claro...
Porque sobre ella rondan las dos últimas cuestiones. En primer lugar, los dos libros, obras que parecen más importantes de lo que podían aparentar a simple vista; y en segundo lugar el qué va a ser de ella tras presenciar el genocidio que tiene lugar con los supervivientes.
¿Cómo salir de dudas? A esta pregunta respondo yo: estando atentos a la siguiente entrega la semana que viene.
"SNEAK PEEK" DEL CAPÍTULO III
"- ¡Despierta,
despierta! ¿No ves que no para de sonar el móvil?
Alyn había entrado
gritando en la habitación. A Taylor le explotaba la cabeza. “Maldita resaca”,
pensó. Se había quedado hasta tarde con Benjamín y las Rock Damm no perdonaban.
- Ya voy, ya voy.
Tomó el móvil con la
mano derecha dejando caer al suelo el cable del cargador, y abrió con
dificultad los ojos para mirar la pantalla.
- No puede ser – pensó
en voz alta.
- ¿Qué ocurre? – le
dijo su madre. – Me tienes preocupada.
- Creo que voy a tener
que irme.
Siete llamadas perdidas
del coronel Sreader. Aquello no podía significar nada bueno. Pulsó sobre el
contacto y devolvió la llamada.
- ¿Dónde coño estás?
Son las doce y media, cojones. ¡Ven echando ostias y coge tus putas armas!
- Para, para… ¿qué ha
pasado?
- No tenemos tiempo que
perder. Limpia tu puto culo y muévelo hasta Coliseo que ha habido un jodido
atentado. ¡No damos abasto con las víctimas y con los putos terroristas, así
que corre! Han cerrado el metro, pero pilla un taxi hasta Termas que te lo
incluyo en la nómina. ¡Vamos!
Sreader colgó. “Un
atentado”, pensó Taylor. Aquello rompía la poca concentración que le quedaba,
sumiéndolo en la niebla etílica que dificultaba sus movimientos. Se vistió
aprisa y tomó sus armas, guardando ambas pistolas y cargando con el subfusil.
Cuando se dispuso a abandonar su habitación, tuvo que apoyarse en el marco de
la puerta, a punto de vomitar."
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