El fin de año y el cambio - Reflejo de un sueño y de la constancia
No tengo mejor manera de ilustrar la portada del último post de 2020 que la comparativa entre la versión piloto y la versión final de mi primera novela, El Ministro del Silencio.
Tal vez me preguntéis que por qué, pero creo que refleja todo lo ocurrido durante este año, tanto para mí como para ustedes. A lo largo de mi vida siempre he sido una persona muy creativa: desde que me inicié con los wargames, siempre he tendido a crear mis propias historias, a pintar, a crear mis propias reglas y reglamentos (aunque juegos me inventaba desde pequeño, con tazos y recortes de revistas).
Llevaba ya más de un año trabajando en El Caballero Verde (cuya información podéis encontrar aquí ya que este post no va a hablar de ello) pero no me atrevía a dar el salto definitivo a la literatura, lo cual para los lectores puede traducirse como algo muy sencillo, pero no es así, ya que te desnudas frente un colectivo de gente en muchas ocasiones más mayor y madura que tú, con más conocimientos o experiencias. Quiero recordar, en este punto, que yo soy historiador, conozco las letras, pero aún así cometo fallos como la mayoría de personas (ya que el castellano es un idioma muy complejo).
Ese salto le he dado gracias a dos hechos relacionados: la pandemia y El Ministro del Silencio. Una serie de circunstancias personales y de vivencias sirvieron como guion para la historia narrada en la novela, en la cual, a pesar de ser breve (160 páginas), se critica a la corrupción, haciendo referencia tanto a la estatal como a la personal (ideales, etc...). ¿Y qué tiene que ver la pandemia? Que me dio el tiempo necesario para hacerlo, además ser el marco histórico donde tiene lugar la historia.
En lo alto podéis ver la diferencia entre la versión piloto, llena de errores y cambios que tuvieron lugar con la versión final, y esa versión que vio la luz dos meses después, haciendo realidad mi sueño de convertirme en escritor (y con ello quiero decir de los que publican cosas, no de los que no lo hacen) y dándome un empujón para continuar con otros proyectos.
Aquí tenéis un par de ejemplos más, con mi propio logo de escritor junto al de la editorial que publicó la obra.
Realmente, ¿de qué trata y cómo han sido las críticas?
Ya he dicho que soy historiador, pero siempre me ha inquietado la micro-historia, es decir, la historia de las personas corrientes que viven en un momento concreto, y eso es esta obra, una historia normal sobre la vida de una persona normal en el momento del inicio de la pandemia y durante la cuarentena. Con esto quiero decir que al protagonista le ocurren cosas normales en su día a día, pero se verá envuelto en circunstancias no tan habituales (spoiler: relacionadas con la corrupción) que invitan a la reflexión. Además, debido a que durante este proceso se inicia la pandemia, con todo lo que ello implica, se vuelve a reflexionar sobre muchos aspectos de nuestra vida que han cambiado con ella y sobre situaciones vividas (cómo la de los mayores en sus residencias).
Ya sabéis por el contenido de lo que publico que a mí me gusta mucho más escribir sobre fantasía y ciencia ficción (y aquí recordaré... estad atentos al 1 de enero, que comienza la sorpresa), pero eso no me impide escribir sobre otros géneros como la ficción histórica y la novela histórica, a pesar de hacerlo de forma tan personal y contemporánea. ¿Qué mejor manera para un escritor de presentarse a la comunidad que con un escrito tan íntimo?
Las críticas, la verdad, me sorprendieron. Yo soy una persona muy autocrítica y creo que El Caballero Verde refleja mucho mejor de lo que soy capaz como escritor que El Ministro del Silencio, pero entiendo que EMdS está escrito para llegar a todo el mundo, y por eso debe de ser una obra más simple y abierta. Así lo han entendido los críticos y las personas que lo reseñaron, muchos de los cuales inicialmente no creían en la obra por su temática pero que tras leerla les ha encantado por la facilidad en que se hace y la mezcla entre lenguaje simple y poético en función de la etapa de la novela en que nos encontremos.
¿Habrá segunda parte?
Pues... tal vez. Y digo tal vez porque siendo un trabajo que mezcla lo académico, con lo personal y lo literario, dependerá mucho de mis propias circunstancias vitales, pero de escribirse lo haré cuando pase finalmente la pandemia, sirviendo como crónica del resto de la misma y con otro eje central que difiera de la corrupción. Además, dependerá de todos los demás proyectos literarios: ahora mismo tengo mil y un ideas en las que voy trabajando poco a poco, entre escribir, revisar, diseñar esquemas, historias... cada una adaptada a un tipo de público diferente y escribiendo obras tanto orientadas al lector casual (de un libro "y nada más") y al fan que añore una saga larga y profunda. La literatura es tan rica que hay mil estilos sobre los que experimentar, pero aunque sea en forma de otra novela breve, espero sacar tiempo (y ganas) en unos años para escribirla.
Al fin y al cabo es una de las obras que ha iniciado la literatura de la pandemia y eso, en el futuro, la dará un peso (y una responsabilidad) que haré bien en completar realizando una crónica de las demás fases de esta etapa en forma de otra entretenida novela.
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